domingo, 8 de agosto de 2010

¿Nombre de la Escuela, clave, talla...?

No hay tema, no tiempo para ponerse poética, no hay fe para creer en que aún puedo hacer literatura trascendente... ¿será que ya dije todo lo que tenía por llorar (¡digo!) por decir? Sólo me queda contar las vidas ajena. Por lo pronto...


Pues sí, estoy aquí sentada -por fortuna, pues hay compañeros que pasan de pie toda la jornada- mirando a la gente bonita de esta tierra venir por sus uniformes escolares gratuitos a la Casa de la Cultura. Hay que recibirlos con una sonrisa o al menos una frase amable.
Común que lleguen familias con niños enormes, a ratos incluso obesos. Muchos, muchos, con excelentes calificaciones. Recuerdo a dos gemelitas idénticas, de unos nueve años; preciosas y vestidas iguales. Las boletas de las dos, eran ¡un mar de dieces!
Los prietitos del arroz son las señoras cansadas de dar vueltas porque nos faltaban tallas grandes... hay que ver lo gorditos que son la mayoría de los adolescentes. Cara de aburridas, cansadas; tienen razón, caray. Pero aquí no hay culpa, es el flujo de materiales y traslape de los tiempos, además de que es la primera vez que esto se hace en nuestro querido Estado.
Los fabricantes de los más de medio millón de uniformes que se repartirán gratuitamente, son también sonorenses, y se ven algunos en la fotografía...


Uf; recordando: Cuando hice yo la primaria:
NO había desayunos escolares gratuitos
NO había libros de texto gratuitos (vaya, ni ¡libros de texto, punto!)
NO llevábamos uniforme
Las maestras no eran normalistas, estudiaban cursos en los veranos y a pesar de que no tenían un status respetable socialmente (sólo Dios sabe por qué) TRABAJABAN, señores. Jornada matutina y vespertina: De ocho a doce treinta y de tres a cinco treinta. Por la tarde llevábamos: deporte, bordado, cocina, teatro, danza y aprendíamos a "recitar".
Yo quería ser tan bonita como mi maestra de cuarto; tan respetable como la de quinto y tan sabia como la de sexto. ¿Lo habré conseguido?
De mis apuntes o "resúmenes" no conservo nada en papel, pero sí la bonita letra, porque practicábamos muuuucho, muuuucho.
Nacho Mondaca, Coordinador editorial y de literatura, incluido en el staff de la entrega de uniformes
Ana Cecilia Ancheta, coordinadora de los talleres Casa de la Cultura y Miguel de la Rosa, Director de la Banda del Estado... igual





1 comentario:

  1. HOLA, YO ENCUENTRO EN ESCRIBIR UN REFUGIO, UN CARTEL DONDE PUEDO EXPRESAR LO QUE VEERBALMENTE NO PUEDO, ESPERO ALGUN DIA PODER HACERLO COMO USTED... GRACIAS POR EXISTIR..PUES SIN USTED NO TENDRIAMOS BETTY.... BUEN DIA :)

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